jueves, 9 de mayo de 2013

En sus zapatos

























¿Has escuchado alguna vez la frase "ponte en sus zapatos"?
Yo la he escuchado millones de veces, a veces la he pensado, pero honestamente nunca había podido hacerlo.
Había hecho muchos esfuerzos por "ponerme en los zapatos" de alguien para entender, para no juzgar, sin embargo nunca creí que podía hacerlo bien.

Así que yo iba a escribir un blog acerca de este dicho en la pareja, porque una pareja de amigos me inspiraron para esto, sin embargo hoy ha cambiado el enfoque. Al principio creía fielmente que no debería juzgar, que debería "ponerme en los zapatos" de la gente para entenderla, creí que todos -si queríamos- teníamos la habilidad natural de salirnos de nuestro personaje y meternos en otro. 
Por supuesto que se puede soltar el personaje y vivir plenamente lo infinito de tu Ser (www.caminobrillante.com) . Pero bueno, ese no es el tema de hoy, sino los zapatos. 

Entonces hoy vi que los zapatos son nuestros sistema nervioso.
Por lo tanto (léase con voz de profesor de química) ¡todos nuestros zapatos son muy diferentes!
Pedirle a alguien que se ponga en los zapatos del otro es pedirle a un deportista talla 9 que se ponga unas zapatillas Louboutin del  4.
Muchos tenemos la intención,  no lo dudo. Pero no a todos nos cabe el pie.
Podemos hacer un gran esfuerzo (valioso, sí, pero no siempre esclarecedor). Es casi imposible (le daré crédito a quiénes dicen que sí), poder meterte a la mente de alguien, saber qué siente, porqué lo siente, cómo lo siente, cómo lo interpreta, porqué dice lo que dice, porqué hace lo que hace...hasta me cansa sólo escribirlo, ¡imagínate hacerlo!

De igual forma funciona con uno mismo, no podemos esperar que alguien "se ponga en nuestros zapatos", sería muy cruel dejarle esa responsabilidad a alguien.

Entonces, una forma que yo encuentro muuuuuy fácil de darte a entender es conocida como "Comunicación. No es nada de otros mundos, ni de otros seres más avanzados. Es cuestión de decir todo lo que pensamos y sentimos referente a tal o cual situación. Si todos hiciéramos esto, nadie tendría que meterse con los zapatos nadie y todo fluiría en su cauce natural.

Si nos guardamos información esperando a que alguien más "se ponga nuestros zapatos" probablemente se queden empolvados en el armario.

En fin, ese ha sido el descubrimiento de hoy.
Mientras tanto creo que yo nunca usaré plataforma continua.


miércoles, 24 de abril de 2013

Cambia la relación con tu mente...

...por lo menos si te has dado cuenta que tienes una mente y que tienes una relación con ella.



Para identificarla te diré algunas cosas, a veces en tu cabeza se oyen pensamientos, incluso con voces como de tu mamá o de tu jefe, ¡a veces hay una voz que se oye como tú! Muchas ocasiones te das cuenta de que estás pensando, pensando, pensando, pensando, pensando..uff!! Otras ocasiones tienes sólo pensamientos intensos cuando hay que decidir algo, generalmente las motivos de tus decisiones son opuestos, o eres muy sentimental o muy racional. Una mañana la mente te avienta un puñado de pensamientos bonitos y positivos y para la noche ya estás pensando en que nada vale la pena o todo está mal. Todo eso que se oye, se lee o se ve en tu cabeza, NO ERES TÚ, es tu mente.

Tú no eres lo que piensas, esos son pensamientos.
Tú no eres lo que sientes, esas son emociones.
Tú no eres tu profesión, eso es lo que estudiaste.

Así que habiendo dejado claro que tú no eres los pensamientos, pasemos al tema principal: La relación con tu mente.

Una vez que identificamos que es el proceso de estar pensando constantemente es lo que nos saca del Momento Presente, hay quienes empiezan una severa rivalidad con su mente. Pleito de vida o muerte. Porque aparentemente la mente es quien nos jala a pensar en el pasado o en el futuro, (ya que en el presente no piensas, sólo experimentas).
Entonces comienza la batalla y la repulsión hacia "la mala de la película"

¡Pero!

No tiene que ser así, tú puedes cambiar la relación con tu mente.
Puedes ver que la mente es una ayuda que tenemos para recordarnos mover nuestra atención hacia adentro. Úsala para eso, para recordarte que lo único que debes hacer es empaparte de tu vida justo en este momento, vivir inmerso en esta presencia divina subyacente a lo que nuestros sentidos pueden percibir.

La mente no es la mala, no es la importante pero puede ser una aliada en nuestro camino al despertar.

Si eres ascendedor sabrás cómo cambiar la relación con tu mente en este momento, si no, yo conozco una Enseñanza, la Enseñanza del Uno, que por medio de unas técnicas te libera del siempre pensar y te abraza cálidamente en el Eterno Momento impregnado de divinidad.

Info: ishani@caminobrillante.com

Los reinos del Planeta Estrés (y el sabio mago)



Los reinos del Planeta Estrés

(y el sabio mago)


En el planeta de las creencias había 4 reinos. En cada uno de ellos una reina se encargaba de establecer las reglas. El reino del Norte; Algoestamalenmivida. El reino del Sur; Algoestamalenelmundo. El reino del Oeste; Separadosdelafuente  y el reino del Este; Estamuseparadus.

Cada una de estas 4 reinas tenía su poción especial. La reina del Norte rociaba su perfume y aquel que lo olía empezaba a creer que algo estaba mal en su vida, en una cadena sin fin. Si el clima estaba bien, se quejaban del tránsito, si el tránsito estaba bien, se quejaban de la contaminación, si ésta mejoraba se quejaban de la gente mentirosa, si la gente mentirosa cambiaba se quejaban de la violencia…y así, sin parar siempre había algo de que quejarse. Esa era la maldición de la Reina del Norte.

La reina del Sur, también hacía de las suyas. Ella soplaba polvos de quejas del mundo material. Quienes olían estos polvos, empezaban a creer que había algo terriblemente mal con sus cuerpos. Los morenos quería ser rubios, los bajitos querían ser altos, los flacos querían ser gordos, los de ojos azules quería ojos cafés, los de cabellos lacios querían ser de cabello rizado y viceversa. Se veían tomados por la inconformidad. Los indignaba la basura, les parecían mal los puentes del reino, se quejaban de los animales, la arquitectura de los castillos les parecía horrible, ya habían demasiados carruajes  en el  reino…un sinfín de quejas de lo que pasaba en el reino y de incomodidades acerca de su cuerpo.

La reina del Oeste, era muy especial. Horneaba unos pastelitos y los regalaba a los habitantes del reino. Áquel que probara el pastelillo empezaría a creer que no era amado por el creador de aquel planeta, creía que no había conexión entre él y la fuerza que mantenía al planeta flotando. Se sentía culpable y temeroso de acercarse, ya que el hechizo les hacía pensar que habían hecho algo muy malo y no merecían amor.


La reina del Este. Una reina muy temida. Esta reina mezclaba unas gotitas de poción en el agua de los pozos. Al beberla, los habitantes creía que estaban separados unos de los otros, que no había conexión entre ellos, que había quienes estaban rotos de tanto mal que les habia sucedido. Que eran entes diferentes y autónomos y que por lo mismo no era necesario dar amor a los demás, porque no importa si vivían en la ignorancia o no, a los demás no les incumbía.

Y así fue como este planeta se empezó a infectar de los maleficios de estas reinas, y los habitantes eran diagnosticados por los sanadores como “habitantes estresados”. Así vivieron durante años, hasta que un día un viejo mago llegó al Reino del Norte, con una capa negra sobre un corcel blanco.  Portaba un cetro en forma de serpientes, pero no asustaban a nadie, incluso las serpientes se veían alegres viajando con él.

En el reino del Norte, pensaron: “algo está mal ¿ porqué hay un intruso en nuestro reino?”
Entonces el mago se sentó en la corteza de un árbol y a cada habitante que pasaba le decía algo hermoso que veía en él. Los habitantes al principio lo ignoraban, se sentían apenados, ofendidos, aunque uno que otro sonreía una vez que se alejaba del mago.
Los habitantes del Norte empezaron a ver que todo estaba bien, el hechizo de la reina se desvanecía cada vez más rápido. Se daban cuenta de que su reino era tan perfecto, que incluso su reina era bondadosa y los amaba, pero a ella se le había olvidado.

El sabio brujo montó su caballo blanco y se dirigió hacia el Sur. Cuando llegó los habitantes pensaban: “Qué mal gusto traer una capa negra, es horrible que venga cabalgando a esa velocidad, qué horrible cetro!” El sabio mago se sentó en una roca y a cada habitante que pasaba le agradecía por pasar por ahí. Les daba las gracias por sus saludos, por su existencia, por su trabajo, por todo lo que eran y hacían en sus vidas. Poco a poco los habitantes del reino de Sur comenzaron a copiar lo que hacía este antiguo mago y en lugar de quejarse de la arquitectura de sus castillos agradecían ser el reino que tuviera la cantidad más grande y conocida de castillos. Incluso se reunieron para agradecer a la reina todo lo que había hecho por tener el reino tan bonito.

El brujo sonrió y montó su caballo hacia el reino del Oeste, donde llegó y se sentó en un viejo puente de madera junto a un arroyo. Se quitó la capa y clavó el cetro en la tierra. Poco a poco la gente del reino comenzaba a llegar y el viejo mago se levantaba para abrazarlos y decirles cuánto los amaba. ¡La gente no lo podía creer! El gran mago que era como una leyenda, se había acercado a abrazarlos con un mensaje de amor, les decía que todo estaba bien, que ellos no eran culpables de nada y que eran muy amados, porque no importaba lo habían hecho o no, mientras en este momento ellos lo supieran, bastaba para que recordaran el gran amor que había en ellos.  El amor que se sentía era tan fuerte que el mago no tuvo que hacer nada más, así que se sentó por un momento, observó a los habitantes llenos de amor, cómo enviaban sus mensajes de amor a la reina, observó cómo cambiaba todo alrededor y volvió a subir a su caballo rumbo al reino del Este.

Cuando el mago llegó, la gente del reino tuvo diferentes reacciones, unos lo ignoraban, otros sufrían por ver al caballo probablemente cansado, otros sentían lástima del mago, ya era muy grande para andar cabalgando.
El mago se acercó a una tienda de chocolates y sentó en las sillas de la terraza. Compró chocolate caliente para todos, las sonrisas de la gente, los lazos que hacían entre ellos, la certeza de que todo lo que ocurría estaba bien, de que no eran menos unos que otros, que eran capaces de lograr lo que se propusieran era tan viva que el mago se levantó del banco y subió de nuevo a su caballo.

Los habitantes del reino de Algoestamalenmivida se dieron cuenta que si apreciaban sus vidas, no importando ningún hechizo, todo se volvería perfecto, ellos eran los creadores de la perfección que querían ver en su reino.
Los habitantes de Algoestamalenelmundo vieron que agradeciendo lo que ya tenían, la abundancia y el bienestar vendrían solos.
Los habitantes de Separadosdelafuente descubrieron que el amor es la fuerza que los une, que nunca habían hecho nada mal, sólo que habían sido ignorantes de eso.
Los habitantes de Estamuseparadus se dieron cuenta de que eran perfectos, que eran lo mismo unos y los otros, que  eran una sola cosa, completa y perfecta.

Las reinas se rindieron al pueblo y adaptaron la forma de vivir que el mago les había enseñado. Y a cada momento que ellos elegían vivir así, eran felices para siempre.


¿Y el mago?
Ya no usa caballo, ¡los tiempos ya cambiaron! Pero aún sigue repartiendo las palabras mágicas, ahora no con capa sino con una chaqueta negra que le va muy bien para estos tiempos.








sábado, 16 de marzo de 2013

La aceptación de todo lo que hay...




Lo puedo decir por experiencia personal.
Aceptar lo que hay a tu alrededor, aceptar lo que hay en tí, no verlo roto, dañado o m al, genera un estado de tranquilidad profunda, conocido como paz.

Es muy difícil y muy cansado tratar de cambiar las situaciones, a la gente, ¡más aún a nosotros mismos!
Cuando tratamos de que las cosas sean diferentes o hacemos un esfuerzo para que sean diferentes, comienza a verse nuestra experiencia de vida, cansada, dolorosa, llena de estrés, de esfuerzo, de contradicción, de enojo y de frustración, porque aceptémoslo, no estamos en control del flujo natural de la vida.
Nuestro condicionamiento quisiera estarlo, quisiera dirigir, pero la parte quieta interna, inamovible dentro de nosotros, no tiene la menor intención de interferir con el plan divino.

En ningún momento digo que no tengamos sueños, que no deseemos cosas, que no queramos un closet más grande, pero sí digo que no nos peleemos con lo que está.
Digo que aceptemos lo que tenemos, ¡lo que somos!
Que amemos cada una de las partes que conforman nuestra vida, que no las juzguemos de que están mal, que no las veamos rotas o insuficientes.

Porque lo creamos o no, nosotros y nuestras vidas son perfectas como son.

Así que si lees esto, te invito a jugar conmigo a aceptar, quiénes somos, lo que tenemos. A amar cada parte de nuestro rompecabezas y a disfrutar de la calma y la satisfacción que esto trae.

Yo aquí, sigo jugando.


martes, 29 de enero de 2013

Ahora, la importancia de ser amoroso





Hoy en la mañana me enteré de un ingeniero que iba manejando rumbo a su trabajo y en un choque murió.
Lo cual me hico ver la importancia de vivir siempre presente, de dar todo, de amar, de servir, de hacerlo ahora.

¡Qué sabio decir que este preciso momento es el único que exitse!

Sólo tenemos el presente el para dar todo de nuestro de Ser de vuelta al Divino. Este momento seguramente no se repetirá jamás, porque no tiene principio ni fin, ésto es lo todo lo que hay.
De aquí, la importancia de ser siempre puros e impecables en nuestras emociones, en nuestros actos, en nuestras palabras.
Ésto no quiere decir por ningún motivo que no digamos lo que sentimos o pensamos simplemente porque no es igual a los demás, o porque el ego crea que puede herir, ésto quiere decir que todo lo que hagamos, lo que creemos, lo que transmitamos, lo que digamos podemos hacerlo bañado en Amor.

Habrá personas que solo verás por un instante en tu vida. Habrá con quienes convivas diariamente, pero cada momento que vives con ellos es único, inigualable, irrepetible. Es un momento sagrado, donde la parte más pura de ti encuentra ese espacio divino donde no hay separación, donde lo único que esxite es la consciencia, el amor, la divinidad, como sea que quieras llamarle. Da todo, ama, sirve, aprecia, rinde.

El presente es un momento impregnado de libertad y de servicio.

¡Qué importante es ser real, ser amoroso, ser puro a cada momento! Porque no hay más, sólo éste. 
Y es para ti, para servir, es para todos.

No importan los patrones de conducta, no importa todo lo que viene y va, lo que más importa es la rendición de todo en tu vida a este instante impregnado de Dios.

En lo que digas y hagas que tus palabras y tus actos estén llenos de Amor.

viernes, 18 de enero de 2013

Propósitos 2013



Otro año que pasó, en el cual muchas listas de propósitos quedaron incompletas. 
Dejar de fumar, pasar más tiempo con la familia, comer más sano, leer más y pasar menos tiempo en el Facebook. 

Hacer ejercicio, redecorar la casa, ahora sí sacar a pasear a Firulais. Retomar los propósitos no cumplidos en el 2012 por supuesto. 

En fin, es una larga lista de propósitos para este 2013. Pero estadísticamente, ¿cuántos de esos propósitos cumplimos? ¿Con cuántos de esos propósitos somos constantes durante el año? 

Por naturaleza, los programas de nuestra mente están habituados a seguir patrones de conducta que nuestro cerebro arraiga fuertemente. Generalmente estos hábitos no son positivos y/o tienden a sabotear, por ejemplo, nuestra lista de propósitos. El 88% de nuestros propósitos terminan en fracaso (ya sabemos que el ejercicio encabeza el porcentaje). Nuestra fuerza de voluntad tiende a ser débil frente a esos famosos hábitos. 

Y si nuestra voluntad tiende a ser débil, es porque precisamente se apoya en la mente, ¡la fuente misma de los hábitos! La mente generalmente vive cansada. Se agota de tanto pensar, de tanto pelear, de tanto tratar de entender. Y cuando se requiere de ella para hacer equipo con la fuerza de voluntad ¡PUUFF! Revienta y cae lentamente en todo lo contrario a la famosa lista de propósitos. 



Empieza a dar indicaciones, cansada, y enredada en sus antiguos hábitos. "Una cucharadita de helado nada más", "Hoy Firulais se ve tan tranquilo en su tapete que no saldremos a caminar, pobre, lo dejaré descansar", "Mejor le llamo a mi mamá por teléfono, ni que no me hubiera visto hace dos semanas"....etc. 

Y así es como lentamente nuestra lista de propósitos se va haciendo más corta y se pospone; el mundo no se acabó, así que en el 2014 tal vez logre todo. 

Entonces, ¿cómo hacemos para cumplir nuestros propósitos? 
¡Es muy sencillo! 

Si los hábitos ya tienen cuadritos de tanto reírse de tus listas, si una mariposa es más fuerte que tu fuerza de voluntad, y si el Himalaya está más cerca de ti que cumplir tus metas, es momento de darle unas bien merecidas vacaciones a tu mente! Sí, todo pagado, todo incluído, un constante descanso en el resort más codiciado de todos: La Paz Interior. 

Pero, ¿cómo lograr paz interior? ¿para qué la quiero? 

Cuando tu mente y tu Ser descansan en paz, en amor, en libertad, automáticamente la vida se vuelve fluida, sencilla y ligera. Y cuando vamos por la vida ligeros, sin preocupaciones, sin culpas, somos capaces de realizar los propósitos que deseemos. Tanto así que alguien como yo, es capaz de cocinar, mantener un cajón de ropa en orden y limpiar la casa con todo el gusto y el amor del mundo. 

Entonces, tal vez, éste 2013 quieras hacerle un ajuste a tu lista de propósitos e ir primero por la paz, por la claridad, por la tranquilidad. 

Y la mejor noticia, es que tú ya tienes las herramientas para mandar de vacaciones a tu mente, constantemente. Las técnicas de Ascensión.