Generalmente la meditación se liga a aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo.₁ Hemos escuchado varias veces el término “poner la mente en blanco” y a cuántos no nos ha dolido la cabeza al tratar de hacerlo o simplemente no lo hemos conseguido.
Porque pedirle a la mente que no genere pensamiento es como pedirle a un manzano que no dé manzanas.
Y cuando ponemos toda nuestra atención en un pensamiento, estamos echando a andar el intelecto y de cualquier forma, esto genera más y más pensamientos.
Los pensamientos se generen en nuestra mente basados en la información que alcanzamos a percibir con nuestros sentidos y así es como mediante estos pensamientos se generan los juicios, acerca de lo correcto y lo incorrecto, de cómo las cosas del pasado se pueden “mejorar” en el futuro, y así la mente brinca de pensamiento en pensamiento, tejiendo una telaraña de comparaciones, de juicios, y se distrae de vivir en el presente y simplemente, sin juzgar, observar lo que ocurre justo ahora.
Entonces, meditar ya no suena tan ligero ni tan fácil, incluso a veces se confunde con reflexionar, acerca de lo que hicimos, de lo que no hicimos y de lo que hubiera sido. Y no quiere decir que meditar esté mal o no sirva, en el sentido puro y real de la práctica, pero algo más fácil de comprender y menos probable de distorsionar es Ascender.
Ascender es ir más allá, trascender el nivel del pensamiento y el juicio y ascender hacia una Conciencia mayor, una conciencia que va más allá de etiquetar, más allá de buscar, de tratar de resolver. Ascender es moverte hacia una Conciencia que atestigua simplemente y se desenvuelve en ella misma en una perfecta gracia y rendición.
Donde el conocimiento pierde campo y la sabiduría brilla, donde el juicio se disuelve y la observación florece, donde mediante la observación el Ser se reconoce a sí mismo y flota y nada en perfección.
Donde los pensamientos pierden importancia y la paz reina. Ascender es ir más allá, de cualquier limitación, de cualquier juicio, de cualquier idea, de cualquier comentario….ascender es Ser.
No pretender, no forzar. No intentar, no luchar. Ascender es Ser. Porque ese es nuestro estado natural, tú estado natural y el mío, y el de todos, atestiguando sin juicio la maravilla del eterno momento presente. Ascender es reconocer que eres conciencia pura y que no estás separado de todo lo que ves….y que no estás separado de todo lo que no ves. Que lo único que existe es la conciencia crística observándose a sí misma, desenvolviéndose en sí.
La Ascensión de los Ishayas del Camino Brillante es un camino de gozo, de introspección, el camino fácil y divertido, natural, de reconectarte con la fuente, contigo mismo, con el real tú, mediante estas técnicas que fluyen en ti como un vehículo express que placenteramente abre las puertas de todo y te lleva al origen, a recordar de una manera fácil tu verdadera naturaleza.
Las técnicas de ascensión son una herramienta divina y ligera que está a tu alcance. Que cada vez que tú elijas por la Verdad, por la conciencia, por tu divinidad, te llevarán a experimentar más de tu verdadera esencia, más de tu mayor deseo, más amor incondicional, más paz, más felicidad…
El momento es ahora. La oportunidad es ahora. Experimentar Amor, Paz, Felicidad se puede hacer ya.
Tú eliges.
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₁RAE
