Más allá de la meditación
Más allá de juzgar al ego o a los pensamientos
Más allá de las limitaciones
Abriendo las puertas al Amor, a la Abundancia, a la Paz y a la Felicidad.
"Eres libre, sólo quédate aquí, sólo ahora"
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ishani@caminobrillante.com
cel. 333.198.6209
martes, 8 de mayo de 2012
miércoles, 1 de febrero de 2012
Amor Incondicional
Generalmente cuando hablamos del amor, pensamos en alguien afuera de nosotros.
Y el Amor, como todas las verdaderas Enseñanzas, siempre apunta a tu propio corazón. Es increíble cuando se reconoce que el Amor Incondicional viene desde nuestro interior. Como la magia del amor se desenvuelve en armonía y permea desde nuestro corazón hacia la humanidad. Como el amor toma diferentes formas solo para recordarnos que la fuente infinita de este dulce néctar yace dentro de nosotros, en el Ser, que siempre ha sido, sin principio ni fin, quieto, sólido y gentil.
Amarnos incondicionalmente, es amarnos como somos, como realmente somos. Amar cada parte nuestra, se vea reflejada en nuestra persona o en alguien más. Amar y dar amor solo por el placer de dar. Amar nuestro camino y cada circunstancia que en él suceda. El amor es la aceptación de nuestro Ser , que no exige cambios en las circustancias externas.
En este aparente movimiento de adentro hacia afuera, se genera una acción hermosa de carácter divino: el dar. Porque a final de cuentas, como bien dice nuestro Maestro, "si no estás dando, estás tomando". Y que más quisieramos nosotros que ser una fuente infinita de dar. De dar de nuestra escencia, el amor. El amor no es algo separado o fuera de nosotros, el amor somos nosotros, en el amor se diluye el todo, en el amor se crea y se destruye todo, el amor mantiene unida toda la creación, visible e invisible.
El amor no desaparece ni se opaca, a veces solo nos distraemos. Pero siempre tenemos éstas herramientas sagradas que en un abrir y cerrar de ojos (literalmente) nos traen de nuevo a experimentar la Prescencia amorosa, gentil, eterna y dadora del Amor. El Universo apoya cada gesto de amor con el aspecto dador que es sabiduría y amor incondicional; la compasión, la emoción aliada que nos permite dar incondicionalmente sin concesionar. Porque recordemos que nuestro mayor compromiso de dar, es con ese deseo palpitante que nuestro corazón reconoce; la libertad, la paz constante, el bienestar, el eterno contentamiento, la alertidad hacia la Prescencia Divina.
Permitámonos amar, amarnos. Demos todo el tiempo, todo de nosotros. Seamos esa prueba viviente de que el amor existe, de que el amor es, de que el amor se da. Cultiva la parte quieta dentro de ti, deja que florezca y de frutos. A quién le importa condicionar y hacer juicios cuando todo tu Universo está en espera de una palabra de amor, de un gesto de amor, de una mirada de amor.
El amor incondicional es indefinible, ilimitado, el amor incondicional es la experiencia más pura del Ser, la experiencia más dadora, viva en este momento, viva en cada uno de nosotros.
El amor incondicional no puede aprenderse u olvidarse. El amor incondicional es eso que tú eres, Verdad pura y eterna. Ve hacia tu propio corazón en este momento y vívelo, compártelo con los demás.
Dentro de ti, dentro de mi y dentro de todos está el origen de todo lo que existe: Dios
Y el Amor, como todas las verdaderas Enseñanzas, siempre apunta a tu propio corazón. Es increíble cuando se reconoce que el Amor Incondicional viene desde nuestro interior. Como la magia del amor se desenvuelve en armonía y permea desde nuestro corazón hacia la humanidad. Como el amor toma diferentes formas solo para recordarnos que la fuente infinita de este dulce néctar yace dentro de nosotros, en el Ser, que siempre ha sido, sin principio ni fin, quieto, sólido y gentil.
Amarnos incondicionalmente, es amarnos como somos, como realmente somos. Amar cada parte nuestra, se vea reflejada en nuestra persona o en alguien más. Amar y dar amor solo por el placer de dar. Amar nuestro camino y cada circunstancia que en él suceda. El amor es la aceptación de nuestro Ser , que no exige cambios en las circustancias externas.
En este aparente movimiento de adentro hacia afuera, se genera una acción hermosa de carácter divino: el dar. Porque a final de cuentas, como bien dice nuestro Maestro, "si no estás dando, estás tomando". Y que más quisieramos nosotros que ser una fuente infinita de dar. De dar de nuestra escencia, el amor. El amor no es algo separado o fuera de nosotros, el amor somos nosotros, en el amor se diluye el todo, en el amor se crea y se destruye todo, el amor mantiene unida toda la creación, visible e invisible.
El amor no desaparece ni se opaca, a veces solo nos distraemos. Pero siempre tenemos éstas herramientas sagradas que en un abrir y cerrar de ojos (literalmente) nos traen de nuevo a experimentar la Prescencia amorosa, gentil, eterna y dadora del Amor. El Universo apoya cada gesto de amor con el aspecto dador que es sabiduría y amor incondicional; la compasión, la emoción aliada que nos permite dar incondicionalmente sin concesionar. Porque recordemos que nuestro mayor compromiso de dar, es con ese deseo palpitante que nuestro corazón reconoce; la libertad, la paz constante, el bienestar, el eterno contentamiento, la alertidad hacia la Prescencia Divina.
Permitámonos amar, amarnos. Demos todo el tiempo, todo de nosotros. Seamos esa prueba viviente de que el amor existe, de que el amor es, de que el amor se da. Cultiva la parte quieta dentro de ti, deja que florezca y de frutos. A quién le importa condicionar y hacer juicios cuando todo tu Universo está en espera de una palabra de amor, de un gesto de amor, de una mirada de amor.
El amor incondicional es indefinible, ilimitado, el amor incondicional es la experiencia más pura del Ser, la experiencia más dadora, viva en este momento, viva en cada uno de nosotros.
El amor incondicional no puede aprenderse u olvidarse. El amor incondicional es eso que tú eres, Verdad pura y eterna. Ve hacia tu propio corazón en este momento y vívelo, compártelo con los demás.
Dentro de ti, dentro de mi y dentro de todos está el origen de todo lo que existe: Dios
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