martes, 14 de septiembre de 2010

You Are the Sun


(para el Sol)

Uffff.....

y ahí estamos...caminando por este planeta, con tantas ideas en la cabeza, con tantos juicios, con tantos pensamientos...
Pensamientos que nos dice qué hacer, que no hacer, pensamientos que nos dicen cómo somos o cómo deberíamos de ser, miles de ideas de lo que está mal en nuestras vidas, miles de ideas de cómo sólucionar problemas...pensamientos, pensamientos, pensamientos....
Le hacemos tanto caso a los pensamientos!
Que la mayoría de las veces nos los creemos!!

Creemos toda esa sarta de cosas que pasan por nuestra cabeza...
Y no nos damos cuenta...

Llega un momento en la vida en que no sabes quién eres, me refiero a que no reconoces la verdad de tí en tí.

Crees que eres como una nube.
Pasajera, cambiante, sin rumbo, tan frágil que hasta el viento te mueve para todos lados, a veces guardando tanto que llueve, y te obscureces, generas una gran tormenta.
Crees que eres una nube.
Sin dirección y a la deriva de la vida, siempre en constante movimiento, cambiando de lugar, conociendo diferentes nubes a tu alrededor.
Crees que eres una nube.
A veces te identificas con una nube en forma de nota de musical, a veces con una nube cargada de agua, otras veces te identificas con nubes en formas divertidas.

Crees que eres una nube,
cuando verdaderamente eres el Sol.

Ardes, vibras, brillas!
Eres enooorme.
Das vida, das energía, das Amor.

No importa cuántas nubes parezca que haya frente a tí.
EL SOL NUNCA PARA DE BRILLAR, eres una chispa eterna de vida.
Eres el color del Amor, del Gozo, de la Verdad.
Quemas en energía, eres la fuente de la pasión.

Crees que eres una nube,
cuando verdaderamente eres el Sol...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

No satures la frecuencia


"Busco una estación
que sature mi dolor
en kilohertz."

Es una fracción de una canción del grupo de mi mejor amigo.
Y hoy me hizo un click grande.

En la vida, no sé tú, pero yo me la pasaba saturando mi frecuencia con lo que fuera, con tal de hacer tal ruido que se cayara la voz de mi interior, la voz que me cantaba dulcemente la Verdad para despertar.
Con la frecuencia saturada parecía fácil no envolverme en temas profundos,a veces la frecuencia se saturaba con amigos, con conquistas, con trabajo, con escuela, con compras, con fiesta...con lo que fuera, pero la verdad sonaba como ese biiiiiip de los micrófonos mal ecualizados.

Siempre buscando una chispa más, sólo un poco más de volumen, sólo un poco más de emoción, sólo un poco más...para sentirme satisfecha.
A pesar de la saturación, nunca parecía ser suficiente.
Claro, quería componer todo afuera, quería que la gente entendiera, que la gente cambiara, lustraba los micrófonos, ajustaba las luces, ecualizaba las voces de los demás, pero las notas de la canción de mi vida cada vez eran menos legibles....

Cuando me encuentro con estos monjes, el viento de sus voces sopló tan profundo que el polvo en mis notas voló...lejos.

Y ahora, en vez de saturar la frecuencia, tratando de llenar algo con cosas externas, recuerdo las palabras mágicas que me enseñaron y desde adentro hacia afuera las notas musicales de la Verdad parecen colgar de todos lados...

miércoles, 1 de septiembre de 2010



Un amigo de hace muuuchos años, me envió un correo.
Al final, escribió la siguiente frase: "Todo se ve igual no importa en que lugar te encuentres"

Y es que esta ishayés, se la pasa enviando todo de vuelta a mi propio corazón.
Desconozco el significado intensional de la frase, pero lo que me ha movido es claro.

Muchas veces, pensamos que si cambiamos de escuela, de trabajo, de amigos, de pareja, incluso hasta de ciudad podemos huir de la situación. Muchas veces fue la falsa y temporal salida para mí. Solía escapar de mi realidad cambiando de escenario, pero al final de la noche, cuando el telón se bajaba y las luces se apagaban, mi corazón se encojía, porque mi realidad no cambiaba, cambiaba el vestuario y la escenografía, pero en el silencio de mi almohada, yo sabía que no era feliz.

Después me di cuenta de que al corazón no hay manera de engañarle.

Cuántas veces?
Una vez renuncié a un trabajo sólo por huir de mi incapacidad de decidir.
Varias veces ocasioné situaciones incómodas para terminar una relación, por mi insatisfacción propia.
Varias veces cambié de amigos por no darme la cara a mi misma y aceptarme tal como era...en fin...

Pasamos mucho tiempo de nuestras vidas huyendo.
Al menos eso hacía yo...huía.

A una realidad creada de cartón y cada vez que llovía en mis ojos, todo se desmoronaba....y el deseo más grande salía de mi corazón, brillando y apuntando como una flecha inifita hacia Verdad.

Puedes cambiar de pareja, de trabajo y hasta de ciudad, todo eso se mueve, cambia, es finito, lo que siempre es igual, verdadero, real, carente de nada, infinito...es ese espacio dentro de tí que siempre has conocido, sip, ese que no se mueve por nada del mundo, donde no piensas, donde no sientes, donde sólo eres con todo lo demás, donde Dios pierde conceptos y sólo queda la pureza de tu verdadera naturaleza, donde no hay tamaños, ni formas ni nombres...sólo voltea, ve hacia adentro, sólo voltea y nunca te querrás mover de ahí.