miércoles, 15 de abril de 2009

Ahí está!





Recuerdas de niño?, cuando te explicaban que la gente que se moría se iba al Cielo?

O qué te decían del Reino de Dios? Dónde te decían que estaba el Paraíso? Cuándo podrías llegar a él y cómo?


Yo crecí creyendo, que sólo cuando la gente se muere tiene la oportunidad de entrar al Cielo.

A ese lugar lleno de paz, sin problemas, sin sufrimiento, al fin podrían estar con Dios.

Una vez en la escuela nos pidieron que escribiéramos qué era la vida...


Aún recuerdo que muy poéticamente escribí que la vida era un bosque pantanoso, lleno de lagunas de lodo, y de pruebas que pasar, y todo ess sacrificio y sufrimiento era la prueba para llegar al fin a poder morir e ir directamente al Cielo.

Al fin poder descansar en Dios.


Años después, no muchos, unos 6 o 7, descubrí La Verdad.

Todo eso que yo andaba buscando afuera, ese Dios, esa tranquilidad, esa calma, esa paz, ese gozo, ese gran premio, esa gracia, ese paraíso...está dentro de mí!!!

Y de tí.

Y de cada uno de nosotros.


Si.

Esa es la Verdad. Dios vive Adentro, no afuera, no arriba en el cielo, no sólo con los muertos...el Gozo, el Amor Incondicional, la Paz, la Compasión, toda esa Luz, esa Vida, está dentro de nosotros.

No hay que sufrir, ni cruzar ningún pantano, no hay víctima ni victimario que traiga sacrificios y sufrimiento para que puedas, al final de tu vida llegar a descansar en Dios.

No.

Puedes descansar en Dios cada uno de los instantes que vivas.


No hay nada que hacer, si sueltas todos los pensamientos y eres tu propia escencia, si le rindes todo a esa Fuerza que como una vez dijo Kali "Esa Fuerza que mantiene todo, la fuerza que no deja que las Estrellas choquen y las mantiene como están...", si le rindes todo a esa fuerza, disfrutarás en cada instante de tu elección, el descanso en el Silencio, el descanso en el Ascendente...


Ese cielo, ese paraíso, siempre ha estado dentro de tí.

Y lo puedes disfrutar a cada instante que elijas descansar ahí...en ese espacio silencioso, eterno, ese espacio donde no existe la dualidad, los pensamientos, donde nace la conexión con el Infinito, ese maravilloso y dulce espacio al cual para llegar no tienes que morir, ni pensar, ni juzgar, ni sufrir, ni cruzar el bosque pantanoso, sólo tienes que ir hacia dentro.


Gracias a la Ascensión, dónde está...

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